Datos personales

jueves, 24 de marzo de 2011

De lo poco y nada.


De lo poco y nada que queda armemos una migaja
De lo poco y nada que queda moldeemos esas cabezas.
El verdadero conocimiento de aquellas palabras sinceras está más allá de lo que un cuerpo podría llegar a rozar, a los pocos momentos de haberme conocido ya pensabas que me veías completa en una piel casi traslúcida... Si no fuera por el casi.
Y de lo poco y nada que queda creemos un final.
¿Quien engañó a quien? Soy más de lo que piensas, pero menos de lo que imaginas... Es apenas una leve espuma que se desvanece con el viento lo que viste en mi una vez.
Y de poco y nada que queda soñemos en paz.
Las diferencias se enmarcan en tonos ofensivos, no te compro tu buena parada, ¿Y tú? ¿Me compras la mala?, nos convertimos en un mercado de diferencias, el prototipo y el anti-tipo.
Ninguno toca la cumbre simplemente, ninguno es peor, sólo el no temer a las diferencias figura como un acto loco e incomprensible que se enreda en las mentes y tiene como excusa la protección.
Y de lo poco y nada que queda rompamos este enredo,
Madurez e inmadurez, conciencia e inconsciencia, pena y alegría, inteligencia y estupidéz, vacío y lleno, Fuck Yeah y Le FUUU.

Y de lo poco y nada que queda recordemos lo sinónimo y antónimo que fuimos.



domingo, 20 de marzo de 2011

Esa Dignidad.

El sabor de la dignidad se derrama por aquel cariño desmenuzable arrullado en nuestras gargantas
que tirita de apoco recordándonos que allí está, se cala por nuestras miradas, contando años... Cuanto ha pasado ya?
Cuanto nos hemos perdido el uno del otro?
Cuanto hemos caminado bajo la sombra de las lecciones?
Cuanto hemos intentado ignorarnos?
Sabiendo que estamos allí...cerca, muy cerca, demasiado cerca, mas basta aquella pequeña mano, aquella sonrisa y abrazo para recuperar la dignidad perdida, aquella que se escondió cuando nos escondimos de nosotros mismos, aquella que olvidamos cuando olvidamos quienes somos, quizás ya no es tiempo de recuperarla... Pero aquellos pequeños chispazos de dignidad en tus ojos, en mis manos, y abrazos sinceros, son la mejor ilusión más allá de los buenos recuerdos, aunque sea un momento te siento como te sentí ayer, rígido, justo, cercano, aquel que nunca quise perder, pero vamos creciendo y conociéndonos, mientras más conciencia tenemos el uno del otro, sabemos cuan humanos solemos ser, y tu humanidad me marginó, te marginó, nos marginó el uno del otro.
Y aquí estamos de nuevo, con esa esperanza digna de dos buenos desconocidos....




"En el costado este final abierto punza y no sangro. Trato de seguir caminando.No sé donde, pero lejos de todo ..."