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martes, 28 de agosto de 2012


Hoy desperté y me di cuenta de que te estabas llendo, que con dolor intenté retenerte en mi memoria, pero no  hay nada, ni siquiera tu, que el tiempo por corto o largo que sea, no pueda curar.

miércoles, 22 de agosto de 2012

La razón de los amantes ; Pablo Simonetti.


"El resultado final es un hombre de extraordinaria sensibilidad, que tiende a ocultarla la mayor parte del tiempo. Necesita sentirse en confianza; incluso más, pareciera requerir que su cuerpo entre en confianza para abrir paso a esa fuente de recuerdos. Es en ese único escenario- la cama, la desnudez, el tacto, la calma que los bendice- donde se muestra mejor dispuesto. La familia, sus andanzas amorosas, las traiciones que ha sufrido y sus bajezas, son sus temas preferidos. "


domingo, 19 de agosto de 2012

Microcuentos


Del dicho al hecho

Había un buen trecho entre el y yo, ninguno lo cruzó, ninguno dijo nada, no comenzamos ni lo más mínimo, ante ello no quedó de otra que seguir indiferentes con miradas callejeras todos los días. Hasta que tropezamos y nos pedimos perdón.
-Disculpa- Dijo el
-Disculpa- dije yo.


Si tu/yo me/te quisiera/s un poco más

-Si tu me quisieras un poco más...- decía
-Si yo te quisiera un poco más serías un mimado-Interrumpió
-Si tu me quisieras un poco más...- repitió
-Si yo te quisiera un poco más no sé que harías sin mí - Interrumpio
-¡Si tu me quisieras un poco más no ...- agregó el no.
-Si yo te quisiera un poco más quizás como terminaría- Volvió a interrumpir
-¡Si tu me quisieras un poco más no ...me interrumpirías cada vez que te hablo mujer!- Fulminó.

El lobo se la comió.

Como todos los domingos ella salía a dar comida a su abuelita, hasta que un día habló con el lobo, le pareció simpático y aceptó que se la comiera, al final un mordisco más un mordisco menos ¿Que más da? Así fue como el lobo se comió la torta de la abuela (..) entre otras cosas.


¿Lunes?

El día lunes despertó con la sensación de no haber dormido ningún minuto, de haberse acostado y volver a levantarse en apenas un segundo, hacer la rutina diaria para volver a casa y dormir por fin, despertar y para ver el reloj cuando son las  7:00 AM del mismo lunes que había terminado hace unas horas cuando soñó que... ¿Despertaba?.





Viscerado



No los INSULTARÉ, no diré que esto es arte,
pero tampoco NEGARÉ que
GRITÉ
              y
LLORÉ
a través de este papel.
Crecer no es duro,
crecer no es triste,
crecer es CRUEL,
deberíamos nacer grandes.








La poesía no es cerebral, es VI-SE-RAL.
Para un atisbo poético hay que estar jodidamente viserado,
hay que estar con el sentimiento mismo
quemando en las manos
rasgando la hoja
comiendo el papel
ardiendo el cuerpo,  
los ojos,
la voz.,
Para algo símil a la  poesía,
hay que podrirse en el mismo sentimiento
excretarlo con las palabras.
                  escupir el alma
   vomitar los sentimientos
   parir la medula vital.








Y así estoy,
jodidamente viserado,
jodidamente cansado
de todo este SIMULACRO.
estoy aquí,
a mansalva como mis antecesores
(y todos los mal nacidos)
centralmente incrédulo                                                                 (ante el mundo y las utopías)
a un paso de la definible uniformidad,
de potenciar la mortificación histórica
con clásicos como:
Yo también quise cambiar el mundo,
pero también crecí,
          creí,
        corrí,
              caí,
                                 CAMBIÉ.









Me golpeó la desconfianza
la lucha contra el sistema baleo mi cerebro
desenredé mis hilos concluyendo
que la historia ha sido siempre …
la misma historia,
    que cambia de escenario,
de personajes,
pero constante dura en su cauce.








Los plebeyos romanos no pedían algo diferente
de los franceses en su revolución
¿Y sabes?
La historia en el papel no objetó al firmar,
pero luego poco poco
las razones del olvido punzaban más fuertes
que las de igualdad, libertad y fraternidad.








¡Es que hombre!,
los humanos no aprendemos nunca,
nacimos para olvidar
nuestra vida no es más
que el remedo flojo de un dios griego,
es nuestra acción intrínseca: EL ERROR.
Nuestro círculo se imprime en cada nacimiento.







¿Y ahora? Tengo esa falsa libertad:                                               (Con dos o más opciones)
Darme un balazo.
vivir inerte                                                                                       (Vegetar)
       ser un buen ciudadano     (engañarme pensado que cumpliendo las reglas algo puedo llegar a cambiar)
podrirme en vida en el “lado oscuro de la fuerza”.
Simplemente seguir.







Morir no me asusta,                                                                           (Aunque suene cliché)
pero mi chip social lo bloquea y envenena.
vivir no me asusta,
ya no tengo nada que perder.                                    (Aunque suene cliché)

pero tampoco nada importante que ganar
no creo en el amor
no creo en el odio eterno
no creo en Dios
no tengo razones para vivir,
pero tampoco las suficiente para morir.
Es una encrucijada vital                                 (Sé que cometeré el mismo error que todos)
seguir,
 y luego escudarme en el porqué,
    aunque me case con el cuestionamiento.
(De-por-vi-da)








Ok ok, tienen razón,
para poder escribir poesía
      la masa encefálica no debe faltar.
La prominencia cerebral no es escasa
al maquillar un basurero,
necesitas cantar muchas palabras en alto,
Para ignorar el chillar de las ratas en el.
Todo depende de tu talento al maniobrar
aquello que tienes sobre los hombros
            Y si yo comprara mi almuerzo en base de ello
Supongo que no tendría problemas
 para mentir o para fingir,
para disfrazar o vendar.
Pero no es así.







Esto no es poesía,                                                                             no es un ensayo
Es simplemente un fluir.
Son las víseras saliendo por mis manos
Es mi alma pariendo mierda.
Es ver                          como tus bases
como tus puentes
como pilares
Se caen invisibles al ser inexistentes más allá de su concepto.




Meras palabras,                                                                                             (como estas)
que no tienen ningún significado si no se las doy.
No existen
Nada de lo que nos rodea tiene una esencia.
    Todo es mentira
Nuestros convenientes inventos
Y la excepción que nos antecedió                                         (¿Naturaleza?¡Sí, naturaleza!)
Bebe nuestra infección
Somos los pequeños dioses
Que despedazamos
Todo aquello que nos recuerde nuestra imperfección.







No, miento, todo es en realidad…
Un mal chiste.



viernes, 17 de agosto de 2012

Debo confesar que no te lo dije todo:


Sé que nunca lo leerás ni lo sabrás, pero tengo de decirlo o grabarlo aunque sea en una hoja inerte.
Quiero decirte no sólo con besos y abrazos se quiere.
Quiero decirte que odio que nunca me hablaras de algo importante para ti, que evadieras la posibilidad de mostrarte ante mi con tus debilidades y virtudes, que te dieras poco y aún peor por el "por qué" que supongo, el temor de que se esperara más de ti.
Que hicieras como que nada te importara por temor a que te importara demasiado.
Que te refugiaras en la música, el copete y algunos amigos de carrete para no ver que pasaba en tu vida y aún más el que me mintieras diciendo " eso se da con el tiempo" porque era tiempo que ya no nos dimos, intentamos avanzar mil años en 1 mes.
Sentí lo lejos que estabas cada vez que te hacías el weón con tus abrazos y besos de reconciliación, para callar excusas o momentos incómodos.
Y sí, me dolió que no confieras en mí y que sólo me haya dado cuenta cuando me lo dijiste con un "No a sido mi semana", estar tan lejos cuando me abrazabas todos los días como para no tocar tu pena me molestó y me hizo entender que así no se podía.
Gracias, pero no quiero ni tus silencios, ni tus besos y abrazos complacientes, ni tus "Nunca empezamos nada".



sábado, 11 de agosto de 2012

El principito y el zorro.


Entonces apareció el zorro.
-Buenos días -dijo el zorro.
-Buenos días -respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta, pero no vio nada.
-Estoy acá -dijo la voz- bajo el manzano...
-¿Quién eres? -dijo el principito-. Eres muy lindo...
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-. ¡Estoy tan triste!...
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-. No estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón -dijo el principito. Pero, después de reflexionar, agregó:
-¿Qué significa «domesticar»?
-No eres de aquí -dijo el zorro-. ¿Qué buscas?
-Busco a los hombres -dijo el principito-. ¿Qué significa «domesticar»?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa «domesticar»?
-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-. Significa «crear lazos».
-¿Crear lazos?
-Sí -dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
-Empiezo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
-Es posible -dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas...!
-¡Oh! No es en la Tierra -dijo el principito. El zorro pareció muy intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
-No.
-No hay nada perfecto -suspiró el zorro. Pero el zorro volvió a su idea:
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...
El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
-¡Por favor... domestícame! -dijo.
-Bien lo quisiera -respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
-¿Qué hay que hacer? -dijo el principito.
-Hay que ser muy paciente -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito. -Hubiese sido mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -dijo el principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días: una hora, de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
-¡Ah!... -dijo el zorro-. Voy a llorar.
-Tuya es la culpa -dijo el principito-. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
-Sí-dijo el zorro.
-¡Pero vas a llorar! -dijo el principito.
-Sí-dijo el zorro.
-Entonces, no ganas nada.
-Gano -dijo el zorro-, por el color de trigo. Luego, agregó:
-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el principito, a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse.

viernes, 10 de agosto de 2012

Calas en el florero.

Miro la mesa y veo como poco a poco se comienzan a descomponer las calas del florero, como el blanco y el verde se transforman en amarillo y café, como sus formas rebosantes de energía y belleza comienzan a caer... Y curiosamente me acuerdo de ti... Intento recordar como eran esas calas antes de hoy y apenas lo recuerdo, a penas unos flashes cruzan mi mente,  me cuestiono entonces ¿Cómo no me di cuenta antes de como iban marchitando frente a mis ojos, ahí en el florero de la mesa del centro?.

miércoles, 1 de agosto de 2012




"En el costado este final abierto punza y no sangro. Trato de seguir caminando.No sé donde, pero lejos de todo ..."