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domingo, 15 de julio de 2012

Ser espectador.


“Todo el tiempo me encontré dando vueltas. Es extraña está ciudad o yo estoy fuera de escala”

Soda Stereo, Paseando por Roma.


Cuantas veces no nos hemos sentido meros espectadores vitales, pero ¿Qué es ser espectador? :
Ser espectador es el asistir al espectáculo público.
Ser espectador es estar en la escena, pero sin ser parte de ella.
Cuantas veces no hemos visto una película, ido al teatro, leído un libro, escuchado una canción y nos hemos emocionado con ellas, hemos sido espectadores.
He incluso cuantos actores han llorado o reído al interpretar un papel, han estado en la escena sin estarlo, han sido espectadores desde adentro.
Ser espectador es bailar, sentir el ruido ensordecedor, oler el humo, beber una que otra cerveza, es reírse de algún borracho, despertar a las doce del día siguiente aún con sueño como todos, pero aún así el haber estado sin estarlo, es sentir la música, pero sin bailar, es empaparse del ambiente, moverse en él, pero sin hallarse precisamente en este, es vivirlo sin entregarse del todo.
El espectador del que hablo es aquel individuo ajeno siendo incluso parte del cuadro, aquel que debería sentirse en sus anchas dentro de la escena, pero no, es forastero en su tierra y la mira desde lejos aún sabiendo que la está pisando, es el extraño con cara de conocido, pero que es capaz de ver los sucesos de forma casi precisa como todo aquel que mira desde afuera ya que el no se confunde, pues no se involucra.
Quizás estemos rodeados de espectadores y seguramente muchas veces lo hemos sido también, pero el espectador no es identificable, pues se esconde en las profundidades de cada uno, sólo ellos y unos cuantos podrían reconocerlo, sólo aquellos que saben que algo de él no está allí, que su esencia, lo que damos y compartimos con los demás no se encuentra en esos momentos, pero ese es en el caso de los espectadores temporales, de aquellos que sólo lo son de vez en cuando en situaciones determinadas, porque al espectador constante nunca lo conoceremos del todo, pues se niega a entrañarse en la situación, le teme a la soledad, al quedarse sin espectáculo o a ser dominado por este, a perderse en el regocijo que le provoque y con ello “a sí mismo”, pienso que este espectador se niega a las ligaduras se conforma con estar a la mitad, sólo él sabe que es espectador, porque sólo él percibe que está sin estarlo.
El hombre al que me refiero, el espectador constante, se alimenta de los otros, pues ser él es mirar con atención de tal forma que pueda vivir a través de quienes observa, pero es eso también su mayor cruz, porque no se siente completo, a pesar de que odiaría sentirse parte del entorno en realidad es su mayor deseo, el espectador vive en una constante búsqueda de llenar aquel espacio, dar el paso para entrar en la realidad siendo completamente parte de ella, pero a penas tiene la oportunidad de unirse al club le teme y encuentra una excusa para alejarse y así seguir siendo espectador, esa lucha constante es también la concepción de sus vidas, ya sea cuando quieren desenvolverse en el ambiente o cuando quieren rechazarlo.
A pesar de este conflicto interno el espectador siempre tiende a estar fuera de escena, pues ello es parte de su naturaleza y representa lo que es el realmente, porque en caso de emergencia su tendencia al desligue le garantiza inmunidad en lo inmediato de los problemas, perpetuidad o más bien una parte en blanco para dar el siguiente paso y seguir el próximo camino que desea emprender sin sentirse del todo fracasado, porque el espectador puede ser protagonista, pero el vinculo con su historia lo palpa como si fuera el de otro.
Ser espectador es estar de paso para poder ver la siguiente escena.




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"En el costado este final abierto punza y no sangro. Trato de seguir caminando.No sé donde, pero lejos de todo ..."