“Todo el tiempo me encontré
dando vueltas. Es extraña está ciudad o yo estoy fuera de escala”
Soda Stereo, Paseando por Roma.
Cuantas veces no
nos hemos sentido meros espectadores vitales, pero ¿Qué es ser espectador? :
Ser espectador es
el asistir al espectáculo público.
Ser espectador es
estar en la escena, pero sin ser parte de ella.
Cuantas veces no hemos
visto una película, ido al teatro, leído un libro, escuchado una canción y nos
hemos emocionado con ellas, hemos sido espectadores.
He incluso cuantos
actores han llorado o reído al interpretar un papel, han estado en la escena
sin estarlo, han sido espectadores desde adentro.
Ser espectador es bailar,
sentir el ruido ensordecedor, oler el humo, beber una que otra cerveza, es
reírse de algún borracho, despertar a las doce del día siguiente aún con sueño
como todos, pero aún así el haber estado sin estarlo, es sentir la música, pero
sin bailar, es empaparse del ambiente, moverse en él, pero sin hallarse
precisamente en este, es vivirlo sin entregarse del todo.
El espectador del
que hablo es aquel individuo ajeno siendo incluso parte del cuadro, aquel que
debería sentirse en sus anchas dentro de la escena, pero no, es forastero en su
tierra y la mira desde lejos aún sabiendo que la está pisando, es el extraño
con cara de conocido, pero que es capaz de ver los sucesos de forma casi
precisa como todo aquel que mira desde afuera ya que el no se confunde, pues no
se involucra.
Quizás estemos
rodeados de espectadores y seguramente muchas veces lo hemos sido también, pero
el espectador no es identificable, pues se esconde en las profundidades de cada
uno, sólo ellos y unos cuantos podrían reconocerlo, sólo aquellos que saben que
algo de él no está allí, que su esencia, lo que damos y compartimos con los
demás no se encuentra en esos momentos, pero ese es en el caso de los
espectadores temporales, de aquellos que sólo lo son de vez en cuando en
situaciones determinadas, porque al espectador constante nunca lo conoceremos
del todo, pues se niega a entrañarse en la situación, le teme a la soledad, al
quedarse sin espectáculo o a ser dominado por este, a perderse en el regocijo
que le provoque y con ello “a sí mismo”, pienso que este espectador se niega a
las ligaduras se conforma con estar a la mitad, sólo él sabe que es espectador,
porque sólo él percibe que está sin estarlo.
El hombre al que
me refiero, el espectador constante, se alimenta de los otros, pues ser él es
mirar con atención de tal forma que pueda vivir a través de quienes observa,
pero es eso también su mayor cruz, porque no se siente completo, a pesar de que
odiaría sentirse parte del entorno en realidad es su mayor deseo, el espectador
vive en una constante búsqueda de llenar aquel espacio, dar el paso para entrar
en la realidad siendo completamente parte de ella, pero a penas tiene la
oportunidad de unirse al club le teme y encuentra una excusa para alejarse y
así seguir siendo espectador, esa lucha constante es también la concepción de
sus vidas, ya sea cuando quieren desenvolverse en el ambiente o cuando quieren
rechazarlo.
A pesar de este
conflicto interno el espectador siempre tiende a estar fuera de escena, pues
ello es parte de su naturaleza y representa lo que es el realmente, porque en
caso de emergencia su tendencia al desligue le garantiza inmunidad en lo
inmediato de los problemas, perpetuidad o más bien una parte en blanco para dar
el siguiente paso y seguir el próximo camino que desea emprender sin sentirse
del todo fracasado, porque el espectador puede ser protagonista, pero el
vinculo con su historia lo palpa como si fuera el de otro.
Ser espectador es
estar de paso para poder ver la siguiente escena.
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