Del dicho al hecho
Había un buen trecho entre el y yo, ninguno lo cruzó,
ninguno dijo nada, no comenzamos ni lo más mínimo, ante ello no quedó de otra
que seguir indiferentes con miradas callejeras todos los días. Hasta que
tropezamos y nos pedimos perdón.
-Disculpa- Dijo el
-Disculpa- dije yo.
Si tu/yo me/te
quisiera/s un poco más
-Si tu me quisieras un poco más...- decía
-Si yo te quisiera un poco más serías un
mimado-Interrumpió
-Si tu me quisieras un poco más...- repitió
-Si yo te quisiera un poco más no sé que harías sin mí -
Interrumpio
-¡Si tu me quisieras un poco más no ...- agregó el no.
-Si yo te quisiera un poco más quizás como terminaría-
Volvió a interrumpir
-¡Si tu me quisieras un poco más no ...me interrumpirías
cada vez que te hablo mujer!- Fulminó.
El lobo se la comió.
Como todos los domingos ella salía a dar comida a su
abuelita, hasta que un día habló con el lobo, le pareció simpático y aceptó que
se la comiera, al final un mordisco más un mordisco menos ¿Que más da? Así fue
como el lobo se comió la torta de la abuela (..) entre otras cosas.
¿Lunes?
El día lunes despertó con la sensación de no haber
dormido ningún minuto, de haberse acostado y volver a levantarse en apenas un
segundo, hacer la rutina diaria para volver a casa y dormir por fin, despertar
y para ver el reloj cuando son las 7:00
AM del mismo lunes que había terminado hace unas horas cuando soñó que...
¿Despertaba?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.