Flashback.

Recuerdo perfectamente el día en el que todo comenzó a caer, en pedazos nunca imaginé atravesar ese muro, ni en mis sueños, ni en mis pesadillas.

Expectante vi pasar frente a mi toda esa gente indiferente, ciega ante todo lo que allí maquinábamos.

No podía parar de reír.

El de los ojos verdes, aun ríe por allí.

Pensé que estaba tan lejos de mi, pero ahí estaba demasiado cerca como para no dañar, calló el muro, con él mi verdad, verdad que habían construido para mi.

Olvídate de eso ... olvídalo... pero como olvidarle?

Imposible, imposible el olvido, se tatuó en mi alma y en mi mente se convirtió en el recuerdo más claro del ayer.

Una vez soñé con ello y entré en aquel sueño paralelo, dejé de dormir ante el acecho de aquel recuerdo, pensaba día en noche en el, solo recuperé lo cotidiano que me robaba cuando con el miedo que causo el movimiento de las paredes me obligué a dejar de pensar, hueca en los papeles y cajones me obligué a no tocar aquello que hacía mal.

No me traumó, solo nunca lo pude entender bien, nunca pude dejar de ver mas allá de el.

Consecuencias en un ayer que no fue.